Nuestro adiós a este gran escritor.
Lo peor de la muerte es que deja un vacío, una ausencia. Porque José
Luis Sampedro ha tenido una vida plena, insobornablemente libre,
coherente. Y se ha ido en paz.
Le gustó mucho que le concedieran el Premio Nacional de
las Letras 2011, que el Ministerio, presidido ya por Wert, tardó tanto
en entregar que ya no era sensato acudir al acto. En su sencillez, le
hacía ilusión, de alguna manera inscribirse en la historia de los
fundamentales, algo así como tener razón. Que lo uno, no quita lo otro.
Nos ha dejado frases, ideas, que invitan a no cejar
nunca en la lucha. Pero ahora, en este especial momento, lo que me
vienen a la memoria son los versos del poeta José Ángel Valente:
" De ti no quedan más
que estos fragmentos rotos.
Que alguien los recoja con amor, te deseo,
los tenga junto a sí y no los deje
totalmente morir en esta noche
de voraces sombras, donde tú ya indefenso
todavía palpitas”.
El amor lo tiene, desbordado. Y no dejaremos morir el inmenso ideario
que nos ha legado. La búsqueda del pensamiento crítico, de la verdadera
libertad.
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